sábado, 16 de mayo de 2009

EL CUENTO DE MARÍA S. 4ºC

Por Fin estaba delante de la montaña de fuego y aún me quedaban un montón de puertas que atravesar para llegar a la cámara del tesoro. Me encuentro delante de la primera puerta y hay un gigante de madera. ¡Se me olvidaba! Yo soy María y soy maga. Con mis poderes hago que el gigante no pueda correr y lo convierto en enano y paso.
¡Qué sorpresa más asquerosa! Dos escorpiones venenosos delante de otra puerta. Tengo suerte porque me he llevado dos paquetes de picapica en el bolsillo y se los lanzo a los ojos de cada escorpión y paso corriendo. Los problemas no acaban. Ahora me encuentro con el monstruo más terrible, serio y fuerte del mundo. Tengo un caramelo de café y se lo doy y se duerme. Paso por una puerta que había detrás del monstruo y ¡qué horror! Me encuentro con una música que no me deja avanzar porque me adormece poco a poco. Sé que tengo que pasar y se me ocurre avanzar haciendo mucho ruido y lo consigo. Sigo caminando y me encuentro un árbol cuyas ramas me van aprisionando cuando me acerco y me impiden avanzar. Tengo que emplear mi magia. Hago un conjuro y todas sus ramas se quedan mirando al cielo y así puedo pasar. Pero lo malo no termina nunca.
¡Qué susto! Me encuentro un agujero negro y sé que detrás debe haber una puerta pero no la veo, es invisible. Como tengo mi varita mágica en el bolsillo, la cojo y hago magia. Hago desaparecer el agujero negro y aparecer la puerta. Mis conjuros solo duran diez minutos, pero tengo tiempo de pasar. Ahora lo que me encuentro es un rebaño de cabras riéndose a carcajadas y solo puedo pasar haciéndolas llorar. Me encuentro en un garaje lleno de ajos, cojo unos pocos, los extiendo al lado de cada cabra y ellas se ponen a llorar y paso.
¡He llegado a la cámara del tesoro! Pero qué pena. Hay un montón de tesoros y sólo puedo elegir uno.
Yo voy a elegir: QUE TODOS LOS ANIMALES QUE HAN MUERTO VUELVAN A VIVIR CONMIGO Y NO MUERAN NUNCA.

MARÍA 4ºC