martes, 12 de mayo de 2009

EL CUENTO DE IVAN 4ºC

Por fin estaba delante de la montaña de fuego y aún me quedaban un montón de puertas que atravesar para llegar a la cámara del tesoro. En una puerta había un guerrero de madera, era grande, gordo, tonto, sin escudo y feo. Yo tiré una piedra hacia arriba. Él la miró y como se había distraído, yo pasé por su lado. Pasé por un pasillo corto y llegué a la segunda puerta. En la segunda puerta había dos escorpiones venenosos, eran tontos, gordos y feos. Yo cogí una cuerda y les até a un árbol y mientras estaban atados, pasé por su lado. Entré en una cámara oscura y me encontré la tercera puerta. Delante de ella está el monstruo más terrible, más serio y más fuerte. Era guapo aunque un poco tonto. Me hice su amigo y por la noche abrí la puerta sin que se enterase y pasé. Detrás de la puerta había una araña gigante, pero me escapé de ella y llegué hasta la cuarta puerta. Allí había una música que me adormecía poco a poco. Yo cogí unos tapones de oro y me los puse en los oídos y como ya no oía la música, pasé por la puerta sin problemas. Detrás de la puerta había unos piratas en un barco, yo me escapé de ellos y llegué a la quinta puerta. Delante había un árbol cuyas ramas, al acercarme, me iban aprisionando. El árbol no era muy listo porque le dije que había unos pájaros haciendo un nido en sus ramas y mientras que se lo quitaba, yo pasé por su lado sin que me atrapara. Detrás de la puerta había unos huevos de araña, pero yo me escapé. Me encontré delante de otra puerta más. Era la sexta puerta y delante de ella había un agujero negro. Le tiro arena y paso hasta llegar a la séptima puerta. Delante de esa puerta había unas cabras riéndose y me dijeron que solo me dejarían pasar si las hacía llorar. Yo cogí una cebolla y se la puse delante, ellas empezaron a llorar y yo pasé.

IVAN 4ºC