martes, 12 de mayo de 2009

EL CENTO DE PALOMA

Por fin estaba delante de la montaña de fuego y aún me quedaban un montón de puertas que atravesar para llegar a la cámara del tesoro.
Primera puerta: Había un guerrero de madera con un escudo, un casco. Tenía fuego. Era regordete.
Segunda puerta: Hay dos escorpiones venenosos, cojo mi paloma y mareo a los escorpiones. Las palomas tenían pico largo y las alas largas.
Tercera puerta: Hay un monstruo terrible, tiene dos piernas y cuatro ojos rojos. Yo le cuento chistes y se ríe, entonces paso corriendo.
Cuarta puerta: Hay una música adormecedora. Saco mi varita mágica y hago un conjuro: “Cordiatum teste, que la música pare de sonar”. La músic apara y yo paso corriendo.
Quinta puerta: Como soy minienana les hago un conjuro: “Ramatus relatus, que se duerman las ramas y que se abra la puerta”. La música para y yo paso corriendo.
Sexta puerta: Hay un agujero, me tiro por él y cojo mis polvos mágicos de 10 min y digo: “quiero volver a la puerta” y la puerta se abre.
Séptima puerta: Hay una cabras riendo y solo me dejan pasar si les hago llorar. Cojo mi globo que era pequeño y les echo pimienta en los ojos y lloran y paso corriendo.
Cámara del tesoro: QUIERO SER MANAGER DE BUSTAMENTE Y QUE VENGA AL COLE A DAR CONCIERTOS A MÍ Y A MIS COMPAÑEROS.

PALOMA